martes, 13 de octubre de 2009

GERMAN DEHESA TAMPOCO LE ENTRA

Me llega un correo que circula por internet (y que yo supongo que salió de Reforma) sobre lo que opina Don Germán Dehesa de estos nuevos impuestos


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Dirigido al Secretario de Hacienda de México ya que acaba de anunciar un alza de impuestos en septiembre, como si el país estuviera en la abundancia, apenas tenemos para lo más indispensable, por que no se bajan ellos sus sueldos.

Germán Dehesa
18 Ago. 09

Lo acabo de ver en la TV y quedé francamente sorprendido. Por boca de usted vine a saber que la Secretaría a su digno cargo planea para septiembre un aumento en los impuestos. Dijo usted esto y se quedó con rostro muy satisfecho y bonachón, haga de cuenta Oliver Hardy cuando lograba pedir su refresco de sasafrás. No es por molestarlo, Don Carstens, pero de una vez le voy diciendo que me niego y me negaré rotundamente a aceptar esa alza que, tal como fue presentada, más parecía una "puntada", que algo bien razonado y de cara a la ciudadanía. Ustedes hacen sus reunioncitas para tomar decisiones que afectarán a todos y así, sin la menor explicación, nos anuncian esos cambios que siempre son, según ustedes, "para bien de la patria". Cada vez que nos hacen su perrería pretenden aplacarnos diciendo que todo es para servirnos mejor. A mis 65 años de edad, he tenido ya tiempo suficiente para comprobar que no hay cambios sustanciales que avalen lo dicho por la alta burocracia. Es decir, nuestros servicios siguen siendo de chisguete y para comprobarlo basta observar el ominoso y tornadizo comportamiento de la energía eléctrica en nuestros hogares cualquier tarde lluviosa. Es un desastre, como lo es el campo, como lo son esos hospitales rurales que, al poco tiempo de su inauguración, ya han sido saqueados y desabastecidos. Miremos hacia la educación y de ninguna manera miramos el afable e inteligente rostro de Don Pablo Latapí, sino el de la Gordillo, esa mancha escurridiza, deforme y acuosa, o asomémonos a nuestros corruptísimos cuerpos policíacos que ya no pueden ser más ignorantes, más miedosos, más impreparados y más dispuestos a transar con la delincuencia. Junto a esto, veamos los crecientes salarios y prebendas de los diputados, senadores y toda la caterva de "los que ya llegaron". Ellos, no nosotros, son los únicos beneficiarios de estos aumentos que, de tiempo en tiempo, se les ocurren a los de nuestra casta dominante.
Mi estimado Don Carstens: ¿quiere usted subir los impuestos?, bueno, pero primero díganos por qué, explíquenos de modo sencillo cómo es que no le están saliendo las cuentas y necesita más dinero; dinero que, no lo olvide, sigue siendo nuestro y nunca de usted. Los países que llamamos "democráticos" están obligados a tener un gobierno al que tienen que mantener para que éste, entre otras cosas, administre bien el dinero que ponemos en sus manos y lo aplique con tino y rectitud. Resulta, Don Carstens, que ahora va a necesitar más y yo ciudadano y causante tengo todo el derecho a preguntar: ¿para qué lo quiere?, necesito que nos muestre una lista puntual y desglosada de a qué se van a aplicar esos nuevos dineros; de otra manera, esto sería pachanga y un flagrante abuso de autoridad de su parte. Quedamos claros: si no me explica para qué lo quiere, no le voy a dar ni un centavo de mi dinero que en este año horrendo he podido reunir con trabajos y chambas que ni usted, ni sus diputados pueden imaginar. Hacer el anuncio del aumento al tiempo que los periódicos denuncian los gastos imbéciles de la Presidencia y de su administración, es un insulto intolerable. No pago porque no es ético y háganle como quieran.

sábado, 10 de octubre de 2009

JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ LOZANO TAMBIÉN HACE SU CARTA

Este artículo lo tomé (prestado) de crisolplural, aquí el economista José Luis Gutiérrez Lozano, hace su carta a los diputados, explicando de manera muy clara los tremendos errores que comprende la iniciativa de C y C (Calderón y Carstents).


Con cañonazos de varios millones que paga a los medios, el gobierno federal pretende convencernos que debemos ser buenos mexicanos y aceptar el aumento de impuestos, para que, con los que nos quite, pueda combatir la pobreza. Como suele suceder, no siempre convence quien tiene la razón sino quien tiene más fuerza para difundir su opinión. Ante tal desequilibrio de fuerzas, me propongo informar al diputado federal que representa mi distrito electoral las razones que veo para no aceptar esa propuesta, solicitándole que, como mi representante, no acepte el paquete presupuestal como lo ha presentado el gobierno. Todos los ciudadanos podemos hacer lo mismo. Finalmente tendrá la obligación de respondernos por escrito el sentido de su voto y sus razones en que se sustenta para ello. Por tanto, obviando todas las formalidades aquí va el meollo de mi carta:

1. Si falta dinero al gobierno es por mala administración: evaluó mal el problema (el “catarrito”), privilegió a un segmento de la población permitiéndole –por negligencia o componenda- no pagar impuestos como los demás y cambió la política económica por un modelo que nos hace depender del extranjero. Por ningún motivo podemos aceptar que se obligue al pueblo, con el poder del Estado que es de todos, a pagar por sus errores y mucho menos para mantener sus abusos.

2. En un período de recesión, como es el momento actual, aumentar los impuestos es absolutamente contrario al propósito de recuperar la economía. ¿A quién se le ocurre quitar dinero de donde ya falta? En un período de crisis económica, el gobierno debe gastar más, particularmente en proyectos sociales y en inversión que recupere la actividad económica.

3. El gobierno mexicano, a diferencia de los países donde existe impuesto al consumo, no está cobrando impuesto a las ganancias. De allí debería salir el dinero que el gobierno necesita, no del bolsillo del pueblo:

a. Ganancias enviadas al extranjero: Durante varios años se han protegido las ganancias de empresas internacionales. Se les ha atraído a México con el pago de bajos sueldos y repatrían capitales sin pagar impuestos. En todos los países desarrollados se cobran impuestos a las ganancias que se envían fuera del país. Se cobra el impuesto “TOBIN“, herramienta creada por el economista James Tobin, contra la especulación financiera.

b. Ganancias en Bolsa de Valores: En México las ganancias de capital en Bolsa están exentas de impuestos. Por encima de la equidad y progresividad tributaria que establece la Constitución, en México se sigue concentrando cada vez más la riqueza con este tipo de lagunas fiscales.

c. Ganancias de los Bancos: En México, los bancos extranjeros han encontrado un paraíso de ganancias sin límite gracias a un gobierno omiso. Más del 90% de las operaciones bancarias en México las realizan bancos extranjeros. Según reportes del año 2007 de los propios bancos BBVA y Santander, de cada $100 de ganancias globales, entre $30 y $35 provinieron de un solo país: México. Por el envío de estas ganancias al extranjero, no se les cobra impuestos.

4. El gobierno mexicano pasó al pueblo en 1998 una factura que no deberíamos estar pagando: EL FOBAPROA. El gobierno está pagando cada año una cantidad cercana a los 80 mil millones de pesos sólo en intereses para quienes se beneficiaron con la quiebra bancaria entre 1994-1997. Ya hemos pagado desde entonces casi un billón de pesos (1 con doce ceros) por ese concepto, que salieron de nuestros bolsillos y que se quitaron de lo que pudieron ser inversiones en puertos, carreteras, educación a todos los niveles, inversión en desarrollo tecnológico, inversión en planta productiva, electrificación de comunidades, etc. Si le falta dinero al gobierno en esta crisis, que no vino de fuera sino que la hicieron aquí, es por este tipo de gastos que no benefician al pueblo.

5. Desde hace ya más de dos decenios se han mantenido regímenes especiales de tributación que privilegian a ciertos grupos empresariales que en su conjunto -como lo reconoció el propio Secretario de Hacienda en su reciente comparecencia en el Congreso-, representan una pérdida recaudatoria de 464 mil millones de pesos tan sólo este año. Existen además simulaciones y trucos fiscales muy evidentes como las que fundamentan continuamente la devolución de impuestos a las principales televisoras del país. El caso de la deducción de impuestos que aplica Televisa a su favor con los donativos del público vía “Teletón”, es uno de los más burdos en este sentido.

6. Entre el año 2000 y el 2008, entraron a México casi 15 mil millones de dólares en excedentes por la venta de petróleo debido al aumento de precios. ¿Dónde QUEDARON? ¿Por qué tenemos que pagar entre todos los mexicanos trabajadores un faltante sin que nos presenten cifras claras?

Por lo anterior, como mi representante, le mando no aprobar el paquete fiscal como lo ha propuesto el Gobierno Federal.

viernes, 9 de octubre de 2009

CARTA DE EPIGMENIO IBARRA AL CONGRESO

Tomada del blog de Epigmenio Ibarra, una carta en donde, en esencia, le pide también al gobierno que no se apruebe el paquete económico, claro, con mucho mejor prosa que la mía.



UNA CARTA AL CONGRESO DE LA REPÚBLICA

La pradera está seca y sopla el viento; no caigan ustedes, señores diputados y senadores, en la tentación de desatar un incendio que, aunque ustedes se sientan a salvo, habrá también de consumirlos, como, mucho me temo, habrá de consumirnos a todos.

Los financieros y contadores que hace ya más de dos décadas manejan la economía del país como si llevaran los libros de una empresa cualquiera y fuera su único objetivo reducir el déficit y maquillar las cifras, quieren hoy imponernos, con el aval y la autorización del Congreso de la República, una serie de medidas draconianas que pueden propiciar un estallido social.

No se conviertan señores legisladores en cómplices de un atropello de tal magnitud; no den la espalda al país, no traicionen a quienes, con su voto, los llevaron a ocupar la curul desde la cual deben trabajar para mantener la paz social y asegurar el bienestar de la mayoría.

Frenen ya, se los demando, se los exigimos millones, el impuesto de la pobreza (y no para la pobreza como se nos quiere vender) e impidan que el Gobierno Federal, en una medida tan desesperada como suicida, recorte los ya de por sí insuficientes presupuestos a la educación superior y a la cultura.

Si el fisco necesita dinero propongo señores diputados que, en un acto de verdadera austeridad republicana, de legítima y urgente defensa de la patria, decreten ya a partir de este momento un cese definitivo a todas las campañas publicitarias de los tres poderes de la Unión.

Que para que todos, en efecto, podamos “vivir mejor” el Gobierno Federal deje de gastar de inmediato esas millonadas que gasta en restregarnos, minuto a minuto, día por día, en un bombardeo incesante y ofensivo, las ventajas de su proyecto ideológico y ponga a trabajar ese dinero en donde realmente se necesita.

Que se callen también los gobernadores, el Jefe de gobierno y los presidentes municipales a quienes votamos para que sirvan y no para que se sirvan de nosotros. Que así, con este silencio, impuesto con todo el peso de la ley, nadie se aproveche de lagunas y resquicios en los códigos electorales para auto promoverse y burlar las reglas del juego democrático.

Que la Suprema Corte de Justicia -hoy, vaya despropósito, un anunciante más- el Tribunal Federal Electoral, el IFE y todo ese rosario de instituciones que hoy gastan toneladas de plata en decirnos que están haciendo lo que les pagamos por hacer suspendan sus esfuerzos propagandísticos. Que de ellas, su dignidad y eficiencia hablen sus actos.

Toca a ustedes señores diputados y senadores también callar; votamos por ustedes para que trabajen por nosotros, no para que simulen hacerlo en la pantalla de la televisión. El descrédito de la política, los políticos y las instituciones de la República no se corrige a punta de campañas y slogans publicitarios; antes bien –esa es una regla elemental de la mercadotecnia- se acentúa.

Pierden ustedes y pierden los funcionarios adictos a la publicidad miserablemente su tiempo y también y más miserablemente aun los dineros públicos.

Si el Gobierno Federal necesita dinero a raudales, como de hecho lo necesita, ahí hay dinero a raudales señores diputados y senadores. Dinero que hoy va a parar a las arcas de las grandes televisoras y a los bolsillos de un ejército de expertos en imagen y charlatanes de toda laya.

El país, en esta hora grave, no necesita políticos con buena imagen, necesita políticos discretos y eficientes armados sólo de integridad, decencia y patriotismo.

La comunicación gubernamental, la de los otros poderes de la Unión y la de las distintas instituciones del estado ha de ser sometida a un severo escrutinio y debe tener, como único propósito, el servicio a la población.

Ni instrumento de vanagloria de unos pocos, ni campaña de preventa de sus eventuales sucesores; sólo servicio y apoyo que se brinde, para alcanzar a toda la población, con rapidez, sentido de urgencia y eficiencia, a través de los medios electrónicos, de manera gratuita además porque, siendo un bien público, así lo estipula el título de concesión.

Ni un peso menos pues a las universidades públicas; si ellas no se mantienen e incluso crecen, poco o ningún futuro tendrá el país. Crimen de lesa humanidad comete aquel que atenta, en esta era de la información y el conocimiento, contra los centros donde éste se produce.

Ni un peso menos a la cultura, a las artes, al cine mexicano. ¿Qué somos sin identidad?, ¿Qué sin raíces?, ¿Qué sin rostro?, ¿Qué sin memoria y sin espejo?, ¿Qué sin esa ventana al mundo y a la vida? Crimen de lesa humanidad comete aquel que, en estos tiempos oscuros, cuando el crimen organizado amenaza con arrebatarnos la nación, decide entregársela a los asesinos sin pelear; porque a eso equivale silenciar el espíritu, oscurecer la pantalla cinematográfica, destruir lienzos y foros de expresión.

Lo que en este país padecemos no es asunto de contadores y tampoco sólo de policías. Incompleta e ineficiente habrá de resultar toda estrategia de combate al crimen si no apuesta también a reconstruir, a preservar, a engrandecer por todos los medios las universidades públicas y los organismos de promoción y difusión de la cultura. Sólo el conocimiento y la cultura nos vacunan realmente contra la violencia y su triste compañera de viaje: la miseria.

No apuesten pues señores legisladores ni por la una, ni por la otra. No voten por profundizar la miseria, ni por agudizar la violencia. Callen los aparatos publicitarios. Quítenle al gobierno y quítense a sí mismos el dinero que con tanta urgencia se necesita sin cortarnos la cabeza, ni robarnos el aliento.

INSTRUCCIONES A LOS DIPUTADOS SOBRE EL PAQUETE ECONÓMICO

Aquí está la carta que mandé a los diputados que me representan en el Congreso:


            Aguascalientes, Ags., viernes 9 de Octubre de 2009   

 

C. Raúl Cuadra García

C. Margarita Gallegos Soto

C. Nancy González Ulloa

C. Ma. De Lourdes Reynoso Femat

 

 

            Me comunico con ustedes, mis representantes en la Cámara de Diputados, en vista de que en fechas próximas estará en sus manos la discusión y/o aprobación del paquete económico para el año que viene. Y que, a partir del conocimiento de los pros y los contras que dicho paquete entraña, tanto para mí como ciudadano, como para mi familia, mi ciudad, mi estado y mi  país, me permito informarles de la acción que ustedes, como mi voz en ese poder de la Unión, deben de tomar.

 

            Por lo tanto y por medio de la presente, les instruyo para que, llegado el caso, voten en contra tanto de la propuesta de gravar el consumo con un 2%, como contra la propuesta de elevar el ISR y también contra la propuesta de gravar con un 4% las telecomunicaciones. Porque considero, con suficiente fundamento, que estas propuestas representan un ataque inmediato a todas las clases del país, que llevarán a una merma importante en la calidad de vida de todos los mexicanos y a un aumento considerable de la pobreza; que no resolverán el problema de fondo de la economía nacional; que representarán un fuerte retroceso para un país que ya estaba estancado; que no generarán ni mayor dinamismo en la economía ni mayor generación de empleos. Y que además son medidas injustas desde su concepción, porque pretender pasarnos a los ciudadanos el costo de una mala política económica implantada por el gobierno federal, que no pudo o no quiso prever ni la crisis internacional (de la cual hubo varias advertencias) ni la declinación de la producción petrolera (de la cuál se sabía desde hace décadas).

 

Los instruyo también a que busquen y construyan una propuesta que, en lugar de estar buscando cargarnos a los de siempre los costos, pueda hacer que el boquete ocasionado por la ineficiencia del gobierno federal sea pagado por quienes no han tenido que “apretarse el cinturón” todos estos años, limitando de manera importante el gasto corriente de todos los poderes, a niveles estatal, municipal y federal, así como acabar de tajo con todo el dispendio en publicidad de todos los órdenes de gobierno, como medidas mínimas.

 

Se y confío que no dejarán de atender esta instrucción, porque estoy cierto de que todos ustedes saben que, de acuerdo a nuestra Constitución, somos los ciudadanos los que tenemos la soberanía y que permitimos que ustedes nos representen. No necesito recordarles, diputados, que no están en el Congreso para representarse ni a ustedes mismos ni a su partido, menos a sus grupos de interés, están ahí para representarnos a nosotros. Cumplan pues, con su mandato legal.

 

 

Atte:

Darío Zepeda Galván

 Aguascalientes tercer distrito

Credencial de elector: 0000097503317

PROPÓSITO Y MISION

La idea que anima la existencia de este blog es, por un lado, el hastío, el hartazgo y la frustración que provoca ver cómo las decisiones vitales de este país se toman siempre a espaldas de los ciudadanos y sin tener siquiera la decencia de consultarnos.

La coyuntura en que nace este blog se suscita a causa del paquete económico del 2009 y a los impuestos francamente irracionales que quieren hacer pasar a toda costa Calderón y su partido. Como sabemos todos que los diputados van a votar por quien lo que les digan que voten, así que yo, como otros tantos mexicanos, propongo que seamos nosotros, al fin y al cabo sus jefes, quienes les indiquemos como votar.

Este espacio pretende, pues, dar constancia de nuestras órdenes directas a los diputados, aquí voy a colocar todas las cartas, editoriales o manifestaciones contrarias a esta mala idea del impuesto generalizado al consumo, a las telecomunicaciones y el alza del ISR.

La invitación, obviamente va para que todos, a partir de los textos que encuentren aquí, se animen y recuperemos juntos lo que es nuestro por derecho. Si no hacemos nosotros las decisiones, las seguirán haciendo ellos, ya no hay que darles oportunidad. Entre más seamos, menor será la posibilidad de que se hagan oídos sordos a nuestras exigencias.